miércoles, 11 de octubre de 2017

El buen ambiente escolar es vital para el aprendizaje

La buena infraestructura no es suficiente. Hacen falta buenas relaciones, indican expertos.

Aulas de clase en buen estado, zonas verdes y espacios de recreación, salas de sistemas, bibliotecas, restaurantes y buenas baterías sanitarias son fundamentales para generar un buen ambiente en las instituciones educativas. Sin embargo, hay otros aspectos, como las buenas relaciones entre estudiantes y docentes o actividades académicas motivadoras e incluyentes, que deben tenerse en cuenta para garantizar una buena educación de niños y jóvenes.
Durante el reciente Foro Educativo Nacional, que culminó el jueves, se reunieron cerca de 1.500 docentes, siete expertos internacionales y cinco nacionales para discutir alrededor de lo que implica propiciar en escuelas y colegios ambientes escolares positivos, y las repercusiones que tiene en el desempeño de los estudiantes.
Desde Santa Marta llegó la licenciada Aurora Garay, premio Compartir al Rector 2016 y directora del Liceo Samario, y contó su experiencia transformadora.
“Cuando llegué me encontré un colegio con muchas carencias, sin ventiladores, sin rejas de seguridad que evitaran que los estudiantes tuvieran contacto con vendedores ambulantes durante sus descansos, y los niños me escribían y me pedían solución a esos problemas”, contó la rectora.

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El mal ambiente escolar afecta la salud mental

La falta de recursos materiales adecuados y la baja autoestima de los profesores impactan a los alumnos, según estudio de la Universidad de Maryland.
Los niños que estudian con materiales escolares inadecuados y bajo la tutela de profesores con problemas de autoestima laboral presentan un índice de trastornos mentales mayor que el de sus compañeros que reciben una educación en ambientes más sanos.
Así lo estableció una investigación de la socióloga Melissa Milkie, de la Universidad de Maryland, en la que se evaluó la salud mental de aproximadamente 10.700 estudiantes de los primeros grados en Estados Unidos. Según Milkie, “sociólogos y otros investigadores invierten una gran cantidad de tiempo analizando la relación entre ambientes laborales y la salud mental de los adultos, pero pocos le prestan atención a la relación entre los niños y sus ambientes escolares”.
Los resultados del estudio, publicados en el Journal of Health and Social Behavior, indican que aquellos estudiantes que asisten a escuelas con profesores que confiesan sentirse menospreciados por sus colegas, además de no contar con material pedagógico apropiado, obtienen un menor desempeño en pruebas de salud mental. Específicamente en cuatro aspectos que fueron los evaluados por Milkie y su grupo: aprendizaje (atención), externalización de problemas (peleas), comportamiento interpersonal (crear lazos de amistad) e internalización de problemas (ansiedad y tristeza).
“Nuestra investigación demuestra que el ambiente escolar realmente es importante cuando se trata de la salud mental de los niños”, apuntó la socióloga norteamericana.
Los materiales educativos propicios para el aprendizaje y el bienestar de los estudiantes abarcan desde el simple lápiz y papel hasta muebles, computadores, instrumentos musicales y artículos de arte. “Estar en un salón de clases donde no hay este tipo de recursos termina impactando la salud mental de los niños porque se sienten frustrados por lo que ven a su alrededor”, explicaron los realizadores del estudio.
En cuanto al estado emocional de los maestros, se hizo evidente que la falta de apoyo y estímulos de parte de sus colegas y de los rectores de las instituciones impide que generen un ambiente escolar agradable para el desarrollo de los estudiantes.